Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) son el motor de la economía mexicana, representando más del 99% de las unidades económicas del país y generando más del 70% del empleo formal, según datos del Diario Oficial de la Federación (DOF, 2009). Su contribución al Producto Interno Bruto (PIB) es innegable, consolidándolas como un pilar fundamental para el desarrollo económico nacional. Sin embargo, existe una realidad preocupante: una alta tasa de mortalidad empresarial en sus primeros años de vida. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2023), la probabilidad de que una MIPYME muera en su primer año es del 30.9%, y en el segundo año, esta cifra se mantiene alta con un 21%. Estas estadísticas nos recuerdan la urgencia de abordar las causas de este preocupante fenómeno.

¿Cuál es el secreto para que una MIPYME no solo sobreviva, sino que prospere y se consolide como un negocio exitoso? La respuesta, en gran medida, radica en el acompañamiento y la educación financiera desde sus etapas iniciales. Una sólida formación financiera y un apoyo constante a lo largo del proceso de crecimiento son claves para superar los desafíos que enfrentan estas empresas.
Imaginemos a un emprendedor con una gran idea de negocio, pero sin las herramientas financieras necesarias para gestionar su empresa de forma eficiente. Sin una adecuada planificación financiera, la probabilidad de que su negocio fracase aumenta considerablemente. Es aquí donde la educación financiera juega un papel crucial. Conocer conceptos básicos como la gestión de flujo de caja, la administración de costos, la elaboración de presupuestos, y la búsqueda de fuentes de financiamiento, son pilares fundamentales para la toma de decisiones acertadas.
Pero la educación financiera no lo es todo. También es vital el acompañamiento personalizado que un experto en finanzas puede brindar. Este acompañamiento puede incluir:
Asesoría en la elaboración de un plan de negocios: Un plan de negocios bien estructurado, con proyecciones financieras realistas, es esencial para atraer inversores y asegurar la viabilidad del proyecto.
Guía en la búsqueda de financiamiento: Las MIPYMES con frecuencia enfrentan dificultades para acceder a préstamos bancarios. Un asesor puede ayudarles a explorar diferentes opciones de financiamiento y a presentar su propuesta de forma efectiva.
Monitoreo y control financiero: Un seguimiento regular de las finanzas de la empresa permite identificar problemas a tiempo y tomar medidas correctivas antes de que sea demasiado tarde.
Capacitación y formación continua: La formación financiera no es un evento único, sino un proceso continuo de aprendizaje y adaptación. Un buen acompañamiento implica brindar apoyo constante y capacitación continua para que el emprendedor pueda enfrentar nuevos retos.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo el acompañamiento y la educación financiera pueden impactar positivamente en la trayectoria de una MIPYME. Existen muchos casos de éxito de empresas que, gracias a una buena planificación financiera y a la asesoría adecuada, han logrado superar las dificultades iniciales y consolidarse en el mercado.
En conclusión, el éxito de una MIPYME no solo depende de una buena idea de negocio, sino también, de una sólida base financiera y de un acompañamiento constante. El aprendizaje continuo y la búsqueda de conocimiento son esenciales para navegar con éxito el complejo mundo de las finanzas empresariales. Te animamos a que continúes aprendiendo, buscando recursos y oportunidades para mejorar tu conocimiento financiero y el de tu equipo. ¡El éxito de tu empresa depende de ello!
Socio fundador de ODIGÓ FINANCIAL CONSULTING
Comments